Consumo responsable: Comer sin desperdiciar

Se habla a diario de las toneladas de basura que aparecen en carreteras, llevados hasta los vertederos e incluso los mecanismos para clasificarlas y lograr disminuir esta cantidad en los lugares hasta donde llega.

Sin embargo, mucho de lo que compramos es un desperdicio, pues no lo necesitamos.

Lee también: Barranquear, el verbo que debemos devolverle a las nuevas generaciones urbanas

Mucho se va a la basura antes de poder consumirlo, las porciones de algunos restaurantes son mucho más grandes que lo que podemos comer en ese momento, y luego lo llevamos a casa en empaques desechables que finalmente se van a la basura.

De acuerdo a estudios de la FAO, el desperdicio de comida en los países es de un 14 % a nivel mundial. Esto equivale a $400 mil millones de dólares al año, equivalente al PIB de Austria. Esto lo hemos mencionado antes, pero cuando este desperdicio de orgánicos se va a la basura, genera gases de efecto invernadero.

Adicional a lo anterior gran cantidad de empaques innecesarios acompañan nuestras compras desmedidas lo cual se convierte también en basura. Dato relacionado a los desechos inorgánicos y artículos desechables de un solo uso.

Una de las noticias más alarmantes ha sido el descontrol de AMSA para manejar los desechos que recibe y en los últimos 15 días un incendio de grandes proporciones afectó varias zonas capitalinas.

Para quienes hemos notado el aire sumamente contaminado, enrarecido y lleno de gases tóxicos, es un efecto de los incendios. Eso lo respiramos mientras dormimos y perjudica nuestra salud.

Muchas compras impulsivas terminan en la basura. (Foto: EC)

Guatemala

¿Quiénes de ustedes, que viven cerca de las zonas 7, 11, 12 y carretera al Pacífico han amanecido con dolores de garganta? Esto se debe a la gran cantidad de emisión de gases que probablemente hemos respirado durante la noche.

La cantidad de desechos producida en Guatemala ya no es fácil de controlar, como en muchos otros lugares del mundo. Generan daños a quienes no tenemos nada que ver con la falta de mesura de quienes compran cosas que no necesitan.

Al igual que quienes producen desmedidamente, queriendo a la fuerza llegar a metas de fin de mes para aumentar sus ventas, sin medir el efecto que esto tiene ambientalmente y en el entorno del resto de personas.

El desperdicio es resultado de un modelo insostenible y depredador que consume gran cantidad de recursos no renovables y que dañan la calidad de vida del aire, agua y tierra, elementos indispensables para la supervivencia de los seres humanos y otras especies que habitamos este planeta.

Separando la basura logramos reciclar y así reducir nuestro Muchas compras impulsivas terminan en la basura. (Foto: EC)

¿Qué hacer para evitar la basura?

En este sentido es importante tomar en cuenta lo siguiente:

  • Ya que estas acciones afectan económicamente, es importante llevar un control detallado de nuestras compras.
  • Recapacitar en compras impulsivas y recordar constantemente que el dinero que pagamos podría hacernos falta para otra cosa que podríamos necesitar.
  • Cuando desperdiciamos tiramos nuestro dinero a la basura.
  • Sobre todo, clasificar nuestros desechos y evitar que estos vayan a parar a un vertedero, procurar reciclar lo más posible.
  • Premiarnos cuando no compramos algo que no necesitamos, poner el equivalente de ese dinero en una alcancía, para poder notar lo que estaríamos desperdiciando.

Con simples acciones nos daremos cuenta que estamos gastando innecesariamente. Como individuos, a la larga estamos generando un desgaste en recursos no renovables del planeta y produciendo gran desperdicio contaminante y perjudicial para todos.

Reflexionar sobre estos actos requiere gran valentía, dedicación y madurez. Por lo tanto, quienes lo hacen son personas que tienen conciencia de su bienestar y el bien común, características de los Ecociudadanos. [Por Ecociudadanos. Vía EntreCultura]

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Close