Carlos Navarrete, gran arqueólogo; escritor como ninguno
Carlos Navarrete Cáceres, nació en Quetzaltenango en 1931, ciudad en la que pasó su infancia. Se mudó a la ciudad de Guatemala, para proseguir sus estudios de secundaria; posteriormente Filosofía y Letras en la Universidad de San Carlos de Guatemala.
Por: Roberto Broll
Desde muy joven fue un investigador muy inquieto, con múltiples publicaciones. Miembro activo de movimientos periodístico-literarios, como “Lanzas y Letras” y el Grupo “Saker-Ti”; colectivo de artistas y escritores revolucionarios de Guatemala, quienes dejaron huella en la Guatemala de los años 50´s. revalorizando los
elementos ancestrales de la cultura maya.
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Con su maleta llena de sueños y anhelos, y por consejo del escritor Luis Cardoza y Aragón, se trasladó en 1952 a la ciudad de México. Ahí se matriculó en la Escuela Nacional de Antropología e Historia, donde estudió arqueología. En la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, realizó sus estudios de maestría y doctorado en Antropología.
Desde entonces, se radicó en México. En la misma época que mucho de lo más granado de la intelectualidad guatemalteca lo hizo también.
Su gran interés en la Cultura Maya, le llevó a trabajar junto al investigador Heinrich Berlin; desde entonces sus
incursiones arqueológicas en Chiapas han sido constantes y perennes, importantes sitios como Tonalá, prácticamente son resultado de sus excavaciones. La constancia y permanente trabajo han hecho que siempre
regrese a Guatemala, generalmente varias veces al año, ya que siempre se encuentra realizando alguna investigación de campo sobre algún tema antropológico que le interese.
Un poco de la larga trayectoria de Carlos Navarrete
Docente universitario de arqueología, antropología e historia e investigador de tiempo completo en el Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM. Sus dotes literarias le hicieron merecedor, en 2005, del Premio
Nacional de Literatura “Miguel Ángel Asturias”, y ha recibido otras distinciones, como el Doctorado Honoris Causa de la USAC y UNICACH y la Medalla al Mérito, de la Academia de Geografía e Historia de Guatemala, por mencionar algunas.
Como arqueólogo, Navarrete fue el primer curador de la sala mexica del Museo Nacional de Antropología de México; uno de los más importantes de Latinoamérica y el mundo. Por ello se le considera dentro del grupo de fundadores del mismo. Como él mismo lo refiere, elaboró la ficha de registro del famoso Calendario Azteca; monumento icónico de las culturas prehispánicas en América.
En sus múltiples investigaciones, destaca “En la diáspora de una devoción, Acercamientos al estudio del Cristo
Negro de Esquipulas”, gran recopilación, de la que es editor, y donde aparecen sus estudios e investigaciones
de las manifestaciones populares de fe, en torno a la figura del Cristo Negro de Esquipulas, y otros cristos que evocan esta devoción. Aparecen algunos aportes de sus más cercanos colegas.
Pasión por el Cristo Negro
Gracias a sus investigaciones, Carlos Navarrete ha podido recorrer muchos rincones en toda Mesoamérica, participando activamente en celebraciones al Cristo Negro de Esquipulas, desde Oaxaca hasta Nicaragua.
Junto a su esposa Elsa, Carlos sigue recorriendo cada rincón que le lleve a redescubrir las raíces culturales
que despierten en él su vena literaria y poética, cada vez que encuentra alguna manifestación de fe hacia el Cristo Negro, pues eso hace que también su amada Guatemala siga resonando en su trabajo.
Su carisma y cualidades académicas, fantástica memoria y conversación amena, y su desprendimiento a compartir su conocimiento, hacen de Carlos Navarrete, este gran poeta-arqueólogo-antropólogo; un guatemalteco universal, de los que ya quedan pocos.
Navarrete Sigue trabajando con ahínco día a día, siempre esmerado haciendo todo con excelencia, brillando como un gran profesional; un magnífico ser humano, y un guatemalteco de altos quilates poniendo el nombre de Guatemala en alto y a ritmo de corrido y bolero, como los que tanto le gustan.