Festival de barriletes gigantes de Sumpango

Cada 1 de noviembre, mientras el viento acaricia las montañas de Guatemala, una tradición única en el mundo llena los cielos de color y simbolismo, con los maravillosos barriletes gigantes de Sumpango.

En Sumpango, Sacatepéquez, se celebra el famoso Festival de Barriletes Gigantes, una práctica ancestral que combina la espiritualidad, el arte y el misticismo guatemalteco. Estos imponentes barriletes no solo son una maravilla visual, sino que tienen un profundo significado relacionado con la conexión entre los vivos y los muertos.

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Historia y origen de los barriletes gigantes

El origen del festival de barriletes gigantes en Sumpango está ligado a la tradición del Día de Todos los Santos, una festividad que tiene raíces tanto en la religión católica como en las antiguas creencias mayas. La festividad ha evolucionado a lo largo de los siglos, fusionando las costumbres indígenas con el catolicismo traído por los colonizadores españoles.

Cada año son miles de turistas nacionales y extranjeros los que visitan Sumpango el 1 de noviembre.

Según las leyendas locales, los barriletes gigantes comenzaron a elevarse en Sumpango hace más de un siglo. Los ancianos del pueblo cuentan que los espíritus perturbadores merodeaban por los cementerios durante el Día de los Difuntos. Para apaciguarlos y mantener la paz en el más allá, se empezaron a confeccionar barriletes coloridos que se elevarían hacia el cielo. Estos elementos voladores, cargados de simbolismo, se creían capaces de guiar y comunicar a los vivos con sus seres queridos fallecidos, manteniendo así el orden espiritual.

Con el tiempo, la tradición fue creciendo, y lo que inicialmente eran pequeños barriletes se convirtieron en gigantescas obras de arte que representan la cultura, la cosmovisión indígena y los mensajes sociales.

El sentido y simbolismo

Más allá de su impresionante tamaño y belleza, los barriletes gigantes de Sumpango poseen un sentido espiritual profundo. Estos barriletes actúan como un medio de comunicación entre los vivos y los muertos. Según la creencia popular, el acto de elevar un barrilete al cielo simboliza la conexión espiritual entre ambos mundos, enviando mensajes a los seres queridos que han partido.

Este simbolismo cobra vida durante la celebración, cuando los barriletes no solo decoran el cielo, sino que también portan mensajes de paz, esperanza, memoria y crítica social. A través de los diseños y temáticas de los barriletes, los artistas transmiten historias de la cultura maya, denuncias sobre problemas sociales actuales y homenajes a figuras destacadas del país.

En este contexto, los barriletes no son meras decoraciones festivas, sino un vínculo sagrado que une el pasado y el presente, lo espiritual y lo terrenal. La construcción y elevación de los barriletes gigantes se convierte en un acto de devoción, de tributo y, en muchos casos, de denuncia ante la realidad social del país.

La creatividad, la paciencia y la técnica para dar forma a cada una de las piezas de papel de china que darán vida a los barriletes gigantes, requiere de años de dedicación, práctica y ante todo, el deseo real por continuar con esta tradición que conserva la identidad de la cultura guatemalteca.

¿Quiénes realizan los barriletes gigantes?

El proceso de creación de los barriletes gigantes no es sencillo ni rápido. Cada año, grupos de artistas y artesanos, conocidos como “barrileteros”, se organizan en colectivos para trabajar durante meses en estas estructuras. Estos grupos, que suelen estar formados por jóvenes, adultos y a veces familias completas, dedican una gran cantidad de tiempo y esfuerzo a la elaboración de barriletes que a menudo alcanzan tamaños gigantescos y presentan una complejidad impresionante en sus diseños.

El proceso creativo no es solo una actividad artística, sino una manifestación de la identidad cultural de las comunidades que participan. Los “barrileteros” se reúnen en espacios comunales para trabajar en equipo, compartiendo conocimientos ancestrales sobre las técnicas de construcción y diseño. El material principal utilizado es el papel de china, que se adhiere cuidadosamente sobre una estructura de bambú.
El trabajo en equipo es esencial, ya que la construcción de barriletes gigantes puede requerir el esfuerzo de decenas de personas. Además de los aspectos técnicos, como la elección de los colores y los patrones, cada barrilete lleva un mensaje particular que los artistas desean transmitir al público.

Tamaños y temáticas

Los barriletes gigantes que se presentan en el festival pueden alcanzar dimensiones verdaderamente colosales. Algunos de los más grandes llegan a medir hasta 20 metros de diámetro, lo que los convierte en auténticas obras monumentales. Estos gigantes son diseñados no solo para impresionar por su tamaño, sino también por la riqueza de sus detalles.

No existe límite para la creatividad, como podemos observar en este gigantesco barrilete con forma de oso.

Existen de distintos tamaños:

Pequeños (1-5 metros de diámetro): Son más comunes entre los participantes jóvenes o aquellos que desean elevar sus barriletes como ofrendas a sus seres queridos.

Medianos (6-10 metros): Estos barriletes suelen combinar arte detallado con mensajes temáticos y pueden ser elevados con más facilidad.

Gigantes (11-20 metros): Son las verdaderas estrellas del festival, creados para deslumbrar al público y, en algunos casos, para permanecer como exhibiciones debido a la dificultad de elevarlos por su tamaño.

En cuanto a las temáticas, los barriletes cubren un amplio espectro de temas, desde motivos tradicionales relacionados con la cultura maya hasta mensajes de denuncia y crítica social. A lo largo de los años, se ha visto una evolución en los diseños, que han pasado de representar símbolos religiosos a abordar problemáticas contemporáneas como el cambio climático, la inmigración y los derechos humanos.

Un ejemplo fue el barrilete que rindió homenaje a Rigoberta Menchú, la reconocida activista guatemalteca y ganadora del Premio Nobel de la Paz. Este tipo de tributos elevan el festival de Sumpango más allá de una simple festividad, convirtiéndolo en un espacio de reflexión sobre la historia y el futuro de Guatemala.

El día del festival: celebración y competencia

El 1 de noviembre, el festival en Sumpango se convierte en un punto de encuentro para miles de personas, tanto locales como turistas extranjeros, que llegan para presenciar la majestuosidad de los barriletes gigantes. La celebración comienza desde tempranas horas, cuando los “barrileteros” llevan sus creaciones al cementerio local, donde se despliegan para la exhibición.

El día está lleno de color, música y alegría, pero también de momentos solemnes, ya que muchas familias visitan las tumbas de sus seres queridos, decorándolas con flores y participando en la ceremonia de elevación de los barriletes.

Aunque no todos los barriletes están diseñados para volar debido a su tamaño, los más pequeños y medianos sí son elevados al cielo, creando un espectáculo visual impresionante. Además, se lleva a cabo una competencia en la que los “barrileteros” son premiados por la originalidad, el diseño y la temática de sus barriletes.

FUENTES:
García, M. (2019). Tradiciones guatemaltecas: Barriletes gigantes en Sumpango. Editorial Cultural Maya.

Pérez, J. (2020). El vuelo de los barriletes: Historia y simbolismo en Guatemala. Publicaciones Universitarias.

López, A. (2022). “Barriletes gigantes: Un arte en el cielo de Guatemala”. Revista Tradición y Cultura.

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