Lo que cuentan los abuelos mayas, sobre la formación de la tierra
Hace mucho tiempo, cuando el hombre apenas iniciaba a poblar la Tierra. Cuentan los abuelos mayas que la abuela Ixmucané formó al ser humano del maíz, estos seres pensantes iniciaron a cuestionar la forma que tenía el entorno que habitaban. Pasaron mucho tiempo recorriendo la tierra de un extremo a otro; inquietados por conocer el suelo que ocupaban. Pasaron mucho tiempo hasta que los dioses le revelaron la palabra y les explicaron lo siguiente: ¿Quiéren conocer la verdad? <dijeron las divinidades>, abran sus oídos, escuchen y entiendan. Ustedes viven sobre un gran lagarto que flota en un inmenso lago. Ven las montañas, miran los cerreros, observan los ríos, todo esto fue formado arriba de este gran reptil. Cuando sientan que el suelo en que están parados se mueve es debido a que este gran ser, va recorriendo lentamente las aguas, sus grandes fauces es la entrada a Xibalbá donde viven los dioses que causan daño y curan a los seres que habitan la Tierra. Esta es la razón del equilibrio entre la naturaleza y el ser humano.
Nuestros antepasados cuentan que el lagarto y el agua son dos símbolos importantes para nuestra cultura. Este gran reptil es capaz de buscar el vital líquido y por tanto puede dar vida. También es un símbolo del renacer, el gran lagarto puede sumergirse en el agua y salir nuevamente a la superficie, esto es conocido como el renacimiento. El volver al origen y poder iniciar.
Esto es lo que cuentan los antepasado, esta es su sabiduría, que el paso de los siglos no borra de su memoria, cómo estaba formada la Tierra. Recuerdan que hace mucho tiempo el ser humano vivía sobre un gran lagarto.