Logrando un sistema inmunológico más sano, Parte 2

El sistema inmunológico es el sistema de defensas del cuerpo. En nuestra edición anterior, conocimos que el sistema inmunológico es el sistema de defensas del cuerpo.

Lo defiende de sustancias y microrganismos, incluyendo los virus, que son nocivos para la salud.

Lee también: Logrando un sistema inmunológico más sano, Parte 1

Patricia Vial, Gerente de Nutrición, Salud y Bienestar de Nestlé Centroamérica, nos continuará recomendando los nutrientes para fortalecerlas

Hierro

Es un componente activo de sustancias necesarias para la inmunidad y el rendimiento intelectual. Forma parte de la hemoglobina, cuya función principal es el transporte de oxígeno a todas las células del cuerpo.

Las carnes rojas y de cerdo, la carne oscura de las aves y peces y las menestras son excelentes fuentes de hierro. También podemos obtener hierro de alimentos como: frijoles, lentejas, vegetales de color verde intenso como la espinaca y las hojas de acelga; estos últimos se deben consumir con alimentos ricos en vitamina C, como la naranja o piña, para mejorar su absorción.

Las carnes oscuras de las aves, son ricas en hierro. (Foto: Pixabay)

Antioxidantes

Los antioxidantes son sustancias que atacan los radicales libres, ayudando a reforzar las funciones del sistema inmunológico. Algunos antioxidantes son los pigmentos que están en las frutas, vegetales y tubérculos de color intenso como: melón, mango, naranja, fresa, tomate, zanahoria, camote y ayote.

Vitaminas

Son sustancias esenciales para el cuerpo. Algunas están muy ligadas a la función inmunológica, tales como las señaladas a continuación:

  • Vitamina C: además de la función inmunológica, esta vitamina es necesaria para mantener la salud de la piel y los tejidos. Está presente en frutas como la piña, la mandarina, la naranja y el kiwi. También puede consumirse en vegetales como los chiles dulces -rojos y amarillos- y el brócoli.
  • Vitamina E: además de ser necesaria para la inmunidad, participa en la formación de glóbulos rojos, actúa como antioxidante y ayuda a proteger las células del cuerpo. Los principales alimentos fuentes de esta vitamina son el aceite de oliva, los frutos secos como las nueces y semillas y los vegetales verdes como el brócoli y la espinaca.
  • Vitamina A: contribuye en la función inmune y ayuda a mantener sanos la piel y los tejidos blandos. Está presente en vegetales de hojas verdes y en frutas como mangos, albaricoques y melón.
  • Vitamina D: además de la función inmune, contribuye a la absorción del calcio y fósforo en el organismo, ayudando en la formación y mantenimiento de dientes y huesos. También participa en la coagulación y en mantener el nivel de calcio en la sangre. Está presente en productos lácteos, huevos, aguacate y aceite de hígado de bacalao.
Frutas como el Kiwi son ricos en vitaminas. (Foto: Pixabay)

Adicional a lo anterior, la experta explica que en el mercado existen opciones de alimentos como cereales, leches, bases para sopas y harinas, entre otros, cuya fórmula ha sido fortificada con vitaminas y minerales. “El consumidor también puede buscar opciones fortificadas que le permitirán tener un impacto positivo en la prevención de las deficiencias de vitaminas y minerales”, añadió Vial.

Además de una alimentación balanceada, otras recomendaciones

  • Mante un peso saludable.
  • Duerme lo suficiente, entre 7 y 8 horas al día.
  • Practica actividad física moderada diariamente.
  • Come mínimo 5 porciones de frutas y vegetales al día.
  • Limita el consumo de alimentos fritos.
  • No fumes y evita tomar alcohol en exceso.
  • Disminuye el consumo de grasa saturada, por ejemplo, la grasa de la carne de res y cerdo y la piel de pollo. Es importante cocción con menos grasa, como el vapor, la plancha o al horno.
  • Reduce el consumo de azúcar añadida. Para adultos, la cantidad máxima de azúcares añadidos es de 50 gramos, 10 cucharaditas, cdtas., y para niños el máximo es de 42 gramos de azúcar, 8.5 cdtas.
  • Mantener un buen control del estrés, pues perjudica nuestro sistema inmunológico.
Practicar ejercicio, complementa la buena alimentación. (Foto: Pixabay)

Así que, ¡A seguir estos consejos y mejorar nuestras defensas!

Entérate de este y otros temas en la edición completa:

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Close