No importa lo que te digan los otros, tú decides el camino a seguir

¡Qué fácil es que alguien te diga lo que tienes que hacer! pero…¡También es molesto que no dejen que hagas lo que quieres hacer!

Las personas que están a nuestro alrededor les gusta intervenir en nuestras vidas, y determinan qué es bueno o malo para nosotros; sin embargo, somos nosotros los que tenemos que tomar nuestras propias decisiones para seguir el camino trazado para nuestra vida.

Algunas veces la familia quisiera que hiciéramos lo que ellos querían de su vida, también desean que no repitamos los errores o fracasos en los que han vivido. Pero los demás solo nos pueden orientar, siempre y cuando nosotros pidamos orientación y ayuda cuando sintamos que el camino que hemos escogido nos está provocando problemas en nuestro actuar.

Depende mucho de nuestra actitud para tomar decisiones, ya que, si somos temerosos para hacerlo, es más fácil que otra persona decida por nosotros.

Recordemos que nosotros somos los únicos responsables de las decisiones que tomamos y las consecuencias que viviremos en esa decisión. Y a veces posponemos la toma de decisiones, ya sea por inseguridad, porque necesitamos que nos impulsen a hacerlo, y muchas de esas veces evitamos tomar la decisión. Sin embargo, no tomar la decisión también es una decisión. ¿Te ha pasado alguna vez que tienes que elegir entre una cosa y otra; y por indecisión no eliges? Al no hacerlo decidiste no elegir.

La mayoría de nuestras decisiones las tomamos conforme a nuestras emociones, sentimientos, lo que nos gusta, evitando lo que nos disgusta; y por ello debemos hacer reflexiones profundas en nuestra vida para definir el camino queremos seguir. ¡No pongamos excusas para decidir sobre nuestra vida!

Recuerda que, si alguien escoge tu camino, tú eres el único responsable de seguir en ese camino.

—Estuardo Valdez Bonilla.

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