Tejedores de atarrayas: El secreto para una buena pesca

Talvez puedas imaginar que pescar con red es fácil, pero es un arte más que difícil que empieza desde la fabricación misma de la atarraya.


Elaborar una atarraya requiere de gran habilidad y paciencia. Dependiendo del tamaño así será el tiempo invertido que puede ser uno, dos y hasta tres meses. ¿Qué es una atarraya? En su concepto más simple es una red para pescar, que se teje con hilo sintético de buena calidad para que no reviente. En el extremo más amplio se le colocan varios trozos de plomo para proporcionarle peso a la red y que asiente cuando la tiran al agua para pescar.

El material para la atarraya se compra en las ferreterías de Moyuta o bien en Jalpatagua. Se pide como hilo para atarraya. Para una atarraya grande se necesitan tres conos. Un cono de hilo cuesta entre Q12.00 y Q15.00. Los conos tienen diferente numeración. Para tejer las atarrayas don Pablo Palacios usa el número 6 porque es más grueso. No se sabe con certeza cuántas yardas de hilo tiene el cono. El artesano coloca el hilo en una herramienta de madera de vara de castilla en forma de “U” con dos ranuras a los lados. Esta herramienta tiene un cierto parecido a la pieza del telar de origen prehispánico que las tejedoras de textiles nombran “el hijo”. A este objeto, el artesano lo llama aguja. Cuando el hilo está todo colocado en la aguja, se anuda el otro cono y se continúa llenando la herramienta. Los instrumentos  que necesita para tejer el hilo son: la aguja, la regleta y el mayero, que es con lo que teje el cuerpo de la atarraya.

Se inicia haciendo lo que el atarrayero denomina “una cabezada de 60 pasos de hilo” (esa es la base sobre la cual se iniciará el tejido). La cabezada se hace sobre una cuerda que puede ser de maguey o de lazo sintético, que se ata entre dos parales a una distancia de un metro aproximadamente. Sobre esa cuerda se coloca el hilo de pescar para hacer 60 puntadas ovaladas (a lo que ellos llaman pasos). Al tener los 60 pasos de hilo, se inicia el tejido propiamente dicho. Después de tres vueltas de tejido, se agrega una puntada más que el atarrayero llama hijo (se le agrega un hijo). Y así sucesivamente se va tejiendo y agregando una puntada más después de cada tres vueltas para ir ensanchando el diámetro que tendrá la atarraya, hasta dar con el tamaño deseado.

Al terminar de tejer el largo, se unen los dos lados del tejido para cerrar la atarraya. A continuación, con el mismo tejido se le hace una bolsa hacia adentro en donde se le colocan fragmentos de plomo para darle macicez a la atarraya y para que asiente en el agua y no se levante en el momento en que el pescador la lanza al agua para coger peces.  El plomo lo venden en las ferreterías, pero según indicó el artesano, no es muy resistente pues al lanzar la atarraya al agua si “topa” en una piedra se “apacha”. Es mejor y más resistente el que se extrae de las baterías de automóvil. Para obtenerlo, desarma las baterías y  lo coloca al fuego para fundirlo, para después formar los fragmentos que necesita colocar.  La cantidad de trozos de plomo, depende del ancho de la atarraya (algunas llevan entre 250 a 500 plomos).

Se finaliza la obra, atando una cuerda en el extremo superior, es decir en la cabezada, que servirá para que el pescador sujete la atarraya cuando la echa al agua. Lanzar la atarraya al agua no es maniobra fácil, se necesita habilidad y destreza para hacer el lanzamiento ya que debe caer al agua extendida en su totalidad. La cuerda que se anuda en la cabezada de la atarraya se sujeta en la muñeca de la mano y con un movimiento circular se tira al agua, esa es la manera correcta en que el pescador debe lanzarla para capturar la mayor cantidad de peces.

Al preguntarle a don Pablo Palacios en cuanto tiempo hace una atarraya, indicó que “haciéndolas por pocos, la hago en tres meses. Dándole día a día, como en un mes”. Para terminar una atarraya en un mes, debe trabajar a diario el día completo. Las atarrayas pueden ser de cinco, siete, ocho y 12 cuartas de largo, la más grande. Entre más grande es, más es el tiempo que se invierte en tejerlas. Pero casi siempre las atarrayas que teje para su uso personal, son de 400 mallas, ya que 400 puntadas es suficiente para un buen extendido ya que el río a donde va a pescar solamente peces pequeños se hallan.

Los precios de las atarrayas, varían según el tamaño, oscilando entre Q400.00 y Q550.00

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  1. Bonita historia

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