Arqueología en el fondo del mar Mediterráneo

El mar Mediterráneo sigue ofreciendo hoy en día una gran cantidad de misterios y descubrimientos asombrosos como las ciudades sumergidas de Alejandría, Heraclión, Canopo o Pavlopetri. El último hallazgo ha sido una estructura formada por bloques regulares de piedra que se asemejan un camino artificial, en las costas del Adriático, en Croacia.

¿Qué mundos existen en las profundidades de los mares? Una pregunta que ha generado a lo largo de la historia innumerables mitos y leyendas, alimentadas de grandes sueños de momias y tesoros perdidos, que se han reflejado en el arte, la literatura y la música.

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Avances de los estudios

Hasta la fecha, se cree que se ha explorado solo de 3 al 5 por ciento de los fondos submarinos, donde se han encontrado ruinas de antiguas civilizaciones perdidas, que avivan nuestra imaginación sobre los descubrimientos que están aún por venir.

El último hallazgo, una estructura formada por bloques regulares de piedra que se asemeja a un camino artificial, ha sido descubierto por un grupo de buceadores croatas, a unos 20 metros de profundidad en el mar Adriático.

2 investigadores realizan mediciones de una de las piezas encontradas entre las ruinas de la ciudad arqueológica submarina de Pavlopetri. / Proyecto Arqueológico Subacuático de Pavlopetri

Jutarnji list Ivan Bronzovic, del club de buceadores Mornar, de Split, dijo que las tablas son regulares y horizontales y, en caso de tratarse de un fenómeno natural, representaría algo sin precedentes en la formación del fondo marino.

En Croacia se han obtenido muchos y muy buenos resultados en el campo de la exploración y la protección de los yacimientos arqueológicos subacuáticos. Hasta la fecha se han registrado más de 400 yacimientos de todas las épocas, aunque los países que más misterios atesoran en sus aguas son Grecia y Egipto. Allí han surgido los restos de ciudades tragadas por el Mediterráneo hace miles de años que se encuentran prácticamente intactas gracias al efecto protector de la arena.

Las ciudades sumergidas de Abukir

Alejandría, aquella ciudad faraónica que tan mágicamente nos han descrito los textos antiguos, llena de exuberantes palacios y elegantes jardines, se hundió en el agua y el fango, víctima de su propio peso, al igual que otras legendarias ciudades que hace 2.500 años se alzaron en la bahía de Abukir. A finales del siglo VIII el Portus Magnus de Alejandría, incluyendo el Palacio de Cleopatra VII, y las ciudades de Heraclión y Canopo ya habían desaparecido, por lo que eran prácticamente un mito hasta que sus restos fueron redescubiertos por el arqueólogo francés Franck Goddio, al frente de un equipo del Instituto Europeo de Arqueología Submarina (IEASM).

A lo largo de 18 años, la tecnología más moderna ha permitido sacar a la luz piezas de arte que datan del siglo VII a.C. hasta el siglo VIII d.C. y abarcan desde los días de los últimos faraones hasta Alejandro Magno, del período de gobierno griego hasta la conquista romana y, luego, desde tiempos bizantinos hasta el comienzo de la época Islámica. Se trata de “testimonios únicos” de la historia egipcia que reflejan la importancia de estas tres ciudades que, en la antigüedad, se contaban entre los más famosos centros de comercio, ciencia, cultura y religión, ha explicado Franck Goddio.

Un buzo investigador muestra una de las cerámicas encontradas en ciudad arqueológica submarina de Pavlopetri, frente a la costa sur de Grecia. / Proyecto Arqueológico Subacuático de Pavlopetri

Estatuas y piezas valiosas

Entre las piezas más valiosas destacan la estatua de una reina Arsinoe II de granito negro, de 150 cm de altura, del siglo III a.C, y procedente de Canopo, la primera estatua en la que se mezcla el arte egipcio y el griego. A su vez, Frank Goddio destacó la importancia de las estelas del Faraón Nectabeo I que demuestran que las ciudades de Thonis y Heraclión eran la misma cosa: Thonis es el nombre en egipcio, y Heraclión, en griego.

Hace poco más de un mes, el equipo del IEASM encontró un templo dedicado al Dios Khonsu-Thot, el último vestigio descubierto en la ciudad de Heraclión.

“En su interior aparecieron interesantes indicios relacionados con una antigua ceremonia denominada ‘Los misterios de Osiris’ que se celebraba entre los templos de Amón en Heraclion y Osiris en Canopus”, explicó el arqueólogo.

El simbolismo de “los misterios de Osiris” era tan poderoso que se convirtió en un objetivo vital para los antiguos egipcios; su equivalente, la peregrinación a Jerusalén o a La Meca.

El uso de tecnología digital para la exploración subacuática en las ruinas de la ciudad arqueológica submarina de Pavlopetri, permite a los investigadores tener una mejor idea de a que tipo de objeto pertenecen los vestigios descubiertos. / Proyecto Arqueológico Subacuático de Pavlopetri

PAVLOPETRI: La ciudad sumergida más antigua

En 1967 el geólogo marino Nicolas Flemming del Instituto de Oceanografía de Southampton (Inglaterra) descubrió frente a la costa sur de Laconia en Grecia, las ruinas del yacimiento de Pavlopetri, la ciudad sumergida más antigua del mundo. Dos años después, un equipo de la Universidad de Cambridge trazó un mapa y dató los vestigios en el Periodo Micénico (entre el año 1.600 y 1.000 a. C.). Hasta 2009 no se llevaron a cabo estudios arqueológicos adicionales.

“El Proyecto Subacuático de Pavlopetri quedó bajo el cuidado del gobierno griego y eso paralizó las investigaciones”, aseguró Jon Henderson de la Universidad de Nottingham, el primer arqueólogo a quien le otorgaron permiso oficial para acceder al yacimiento después de 40 años. En ese momento, la Delegación de Antigüedades Subacuáticas del Ministerio de Cultura griego y el equipo de Henderson comenzaron a trabajar juntos. Durante el trabajo de campo realizado en el verano de 2010, el equipo realizó una exploración subacuática digital detallada y un estudio de los vestigios estructurales. Los resultados de la exploración superaron las expectativas más optimistas.

Las investigaciones revelaron otros 9.000 metros cuadrados edificados y cerámicas que indican que el asentamiento estuvo habitado durante toda la Edad del Bronce (al menos desde el año 2800 al 1100 a. C.). Tal vez uno de los hitos más importantes fue la identificación de lo que pudo ser un megarón (un gran salón rectangular) de comienzos de esa época.

“La ciudad fue abandonada alrededor del 1100 a.C y acabó siendo tragada por el mar después de haber sido asolada por tres terremotos. Sin embargo, aún es visible en el lecho marino la disposición urbanística del asentamiento, con sus calles principales, edificios de viviendas, patios, tumbas cavadas en la roca y edificios que parecen haber estado destinados al culto”, explicó el arqueólogo.

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