El Real Palacio de Guatemala

Cuando se planificó la distribución de predios en La Nueva Guatemala de la Asunción, la Plaza Vieja (hoy parque Colón), y el Real Palacio debían quedar al sur, tal como en la arruinada Santiago.
No obstante, por negociaciones de la familia Aycinena, que poseía una manzana importante unas cuadras hacia el oeste, fue que el proyecto se movió de ubicación, reinterpretando la plaza central. Debido a que los Aycinena poseían la manzana sur del nuevo emplazamiento, el Real Palacio se ubicó al poniente, es decir, al Oeste.
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A partir de ahí comenzaron las obras en 1776, ocupando una extensa manzana que abarcaba lo que hoy son de la sexta a a la octava calles, y de la cuarta a la sexta avenidas, de la zona 1 capitalina.

Inicio del diseño y su construcción
El arquitecto Luis Díez de Navarro fue quien realizó el proyecto arquitectónico y construcción del edificio del Real Palacio, bajo la superintendencia del oidor decano Manuel de Arredondo. También trabajaron en la obra Marcos Ibáñez y Antonio Bernasconi.
Las obras estuvieron parcialmente listas en 1779 y para 1787 se inauguró totalmente el edificio, siendo así, el primer edificio construido e inaugurado en la Nueva Guatemala de la Asunción 15 de los 39 arcos correspondían a este edificio.
Conformación del Real Palacio
El edificio se compuso del Real Palacio, Contaduría y tesorería real, cárcel, sala de armas, área de dragones, Palacio Chico y Casa de Moneda. La Cárcel Real, fue desalojada en 1796, pues se fundó ahí el primer gabinete de ciencias naturales y curiosidades, primer museo del entonces Reino de Guatemala.

La importancia del Real Palacio, que se construyó de una sola planta debido a las malas experiencias con los terremotos que destruyeron Santiago de Guatemala, radica en que en su salón mayor, o de juntas, orientado hacia la esquina de la 6 avenida y 8 calle actuales, fue donde se llevó a cabo la junta que dio como resultado la proclamación de la Independencia el 15 de septiembre de 1821.
Desde el inicio de la época independiente, se le conoció ya no como Real Palacio, sino como “de Gobierno”. Durante la invasión y saqueo de Francisco Morazán a la capital guatemalteca, el edificio sufrió considerablemente, al punto que el edificio fue vendido.
Al tomar el poder Rafael Carrera, logró recuperar el Real Palacio, debiendo eso sí, tener que hacer importantes trabajos para rehabilitarlo.
Demolición
Durante los regímenes liberales, el presidente Lisandro Barillas, decretó su demolición en 1888, para construir algo más moderno, cosa que no sucedió. El presidente Reina Barrios, a finales del siglo XIX sí demolió el Palacio Chico de los presidentes, donde construyó su Palacio Nacional.
Finalmente, más que las pugnas de conservadores y liberales, fueron los terremotos de 1917-18 los que dañaron considerablemente el inmueble, por lo que el presidente Manuel Estrada Cabrera decidió la demolición de lo que quedaba en pie. En 1919 se colocó la primera piedra de un nuevo proyecto, que luego no se llevó a cabo.
En su lugar se construyó el Palacio del Centenario, o de Cartón, el cual se perdió por un incendio un par de años después, en donde además se perdieron objetos valiosos de la historia patria, pues se tenía como museo.

Actualmente, se encuentra en su sitio el llamado Parque Centenario, que posee una pérgola y placa en donde se supone fue el salón donde se firmó la independencia. Esta pérgola por años ha sido llamada “El Peladero”, pues era un punto de reunión a las afueras del Palacio Nacional actual.
En busca de vestigios históricos
Hace algunos años, la municipalidad capitalina realizó trabajos arqueológicos de excavación, con el fin de encontrar restos o elementos de importancia, que dieran cuenta de los cimientos de la construcción original, y cualquier cosa que aportara al proyecto que pretendían realizar como monumento conmemorativo al Bicentenario, proyecto que desde sus inicios despertó la polémica entre la población.
El Palacio Real, conocido con los nombres de Palacio de los Capitanes Generales, Real Palacio, Palacio Nacional y Palacio de Gobierno, es sin duda un ícono de la independencia de Guatemala.