Hierve el Agua: Destino natural y saludable en Oaxaca

Las cascadas de “Hierve el Agua”, situadas unos setenta kilómetros al sudeste de la ciudad de Oaxaca (México), emergen como un paraíso natural donde el viajero puede descansar del estrés de la urbe.

Sumergirse en unas piscinas naturales de intenso color verde turquesa, disfrutar de las vistas que ofrecen las cascadas de sal e incluso saborear la suculenta gastronomía oaxaqueña, son parte de este destino turístico natural, que puedes visitar casi todos los meses del año.

Lee también: Verano: la época del ceviche

Lugar Sagrado de los Zapotecas

“Hierve el agua”, en cuyos alrededores se encuentra un sistema de riego con más de 2500 años de antigüedad, del que aún quedan resquicios en la actualidad, fue un probable lugar sagrado de los antiguos zapotecas como lo constatan geólogos, biólogos y arqueólogos estudiosos de la zona.

Este territorio oaxaqueño está poblado de numerosos yacimientos de agua, tanto sulfurosas (frías o calientes), como termales, aguas calcáreas, o aguas carbonatadas, como es el caso de “Hierve el Agua”, donde sus habitantes, conscientes de poseer un tesoro divino, disfrutan poniéndose en contacto con la naturaleza los días de fiesta.

Las piscinas de agua efervescente de Oaxaca, un spa natural donde las burbujas revitalizan la piel y relajan el cuerpo. Un paraíso escondido para disfrutar de la naturaleza y el bienestar. / Sergio Reboredo

Piscinas de agua efervescente

Aunque su nombre en un principio parece indicar que se trata de aguas termales muy calientes, en realidad se trata de varios manantiales de aguas templadas no termales que, a causa de su efervescencia, dan la impresión de que están a punto de ebullición. La temperatura del agua es ligeramente superior a la del medio ambiente y ronda los 22°C – 25°C, muy lejos de los 100°C que harían falta para que el agua comenzase a hervir.

El agua está a la temperatura perfecta, ni muy fría ni muy caliente y, desde allí, se puede ver cómo las nubes dibujan extrañas formas en un cielo azul oscuro intentando tocar las cimas de las montañas más próximas. Todo es plácido y tranquilo, romántico y sensible. Quizás es lo más parecido al paraíso con el que todo el mundo sueña poder estar algún día.

El agua brota a flor de tierra, o sale de entre las rocas, para mantener siempre llenas las balsas. Por su composición (carbonato de calcio), da la impresión de que estás sumergido en un inmenso jacuzzi y, cuando llegas a la balsa central, quedas impresionado: el agua es de un color verde turquesa idéntico al que se encuentra en las playas de cualquier isla del Mar Caribe.

El baño en las piscinas puede compartirse con un paseo de dos horas por la montaña, por una ruta muy bien marcada que descubre los lugares más recónditos.

Las cascadas de sal de Oaxaca, un espectáculo natural único. Sus minerales ofrecen beneficios para la piel, mientras el paisaje invita a la relajación y conexión con la naturaleza. / WP

Cascadas de sal petrificada

Las cascadas petrificadas se pueden ver desde la parte de debajo de la montaña. Forman estalactitas, que son similares a las que se encuentran en interiores de cuevas, debido a un goteo continuo que produce anillos de calcita y travertino. Es como si el tiempo se hubiera detenido y el agua se hubiese convertido en piedra.

Las estalactitas de agua salada se descuelgan desde las alturas y normalmente todo el mundo las conoce como “Cascadas de sal”. Su formación data de hace miles de años y es uno de los lugares más insólitos de toda la geografía planetaria.

No muy lejos de la cascada, varias vendedoras se afanan en vender sus quesadillas recién hechas a los turistas hambrientos tras un día tan intenso y repleto de fuertes emociones.

Atención al turista

En la actualidad existe en la zona un pequeño complejo turístico, que lejos de hacerle competencia a la naturaleza, pretende acercar al turista ciertas comodidades: hay cabañas para poder pasar la noche, fondas para saciar el hambre, baños y vestidores.

Si no se tiene la intención de hacer noche hay que tener en cuenta que las últimas furgonetas salen a las 6:30 pm con destino a Mitla.

Es un día de contrastes, relax en las piscinas, emoción al descubrir las bellezas de las cascadas petrificadas, paz interior y, sobre todo, ilusión, ilusión por haber podido estar en un paraíso soñado.

Datos geográficos

Las cascadas de Hierve el agua se encuentran a 70 km al sureste de la Ciudad de Oaxaca. El estado de Oaxaca, está situado al Sureste de México, limita al Norte con Veracruz y Puebla, al Este con Chiapas, al Oeste con Guerrero, y al Sur con el océano Pacífico.

En la ciudad viven unas 250.000 personas, y otros 3.000.000 de habitantes están repartidos por todo el estado.

El clima en la Ciudad de Oaxaca es primaveral durante todo el año, con temperaturas que oscilan entre los 16 ºC en invierno y los 25 ºC en primavera.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Close