Petén, una ciudad entre la selva de los mayas

Petén, es el departamento más grande de Guatemala, un enigmático territorio que alberga una de las selvas tropicales más importantes de América Central. Con una rica historia que se remonta a la antigua civilización maya, Petén es un destino fascinante para los amantes de la arqueología, la biodiversidad y la aventura. En este artículo exploramos la geografía, la historia, la cultura y las atracciones de este majestuoso departamento.

¿Dónde queda Petén?

Petén cubre una extensión de aproximadamente 35,854 km², lo que representa un tercio del territorio nacional. Este gigantesco territorio está situado en la parte norte de Guatemala, limitando al norte con México y al oeste con Belice. La mayor parte de su territorio está dominado por densas selvas tropicales, ríos caudalosos, y una biodiversidad extraordinaria.

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Su clima es totalmente tropical, con una temporada lluviosa que se extiende de mayo a octubre y una temporada seca de noviembre a abril. Las temperaturas, por lo general cálidas, varían entre los 25°C y 30°C, con altos niveles de humedad durante todo el año.

Templo II, en la plaza central de la enigmática ciudad de Tikal. / Mike Vondran

Historia

La historia de Petén está profundamente entrelazada con la civilización maya, que floreció en esta región entre el 2000 a.C. y el 900 d.C. Petén fue y seguirá siendo por siempre el corazón del mundo maya, hogar de importantes ciudades como Tikal, Uaxactún, El Mirador y Yaxhá, entre muchos otros; ciudades mayas cuya caída se dio hacia el final del primer milenio, el cual marcó el comienzo de un periodo de abandono de estas enigmáticas e históricas ciudades ancestrales.

Durante la colonización española en el siglo XVI, Petén fue una de las últimas regiones de Guatemala en ser conquistada debido a su difícil acceso y la resistencia de los pueblos indígenas. La colonización no dejó una huella tan profunda como en otras regiones del país, lo que permitió que muchas tradiciones y aspectos culturales mayas sobrevivieran; pocas de ellas, todavía pueden vivirse en algunas comunidades que se encuentran dispersas entre el manto verde de la selva petenera.

El río San Pedro nace en el departamento guatemalteco de Petén, el cual tiene una longitud de 186 km en Guatemala, y fluye hacia el oeste hasta cruzar la frontera mexicana para entrar en el estado de Tabasco. / WP – Fernando Reyes Palencia.

Cultura

La cultura en Petén es un mosaico de influencias mayas, mestizas y modernas. Los idiomas mayas como el itzá, el mopán y el q’eqchi’ aún se hablan en algunas comunidades, preservando el legado lingüístico de la región. Las festividades locales, como la Fiesta de San José en San José Petén, mezclan ritos católicos con tradiciones indígenas, ofreciendo una visión única del sincretismo religioso.

Unido a lo anterior, la gastronomía de Petén también es un reflejo de su diversidad cultural. Platos como el caldo de pescado, las tortillas de maíz hechas a mano, y el uso de ingredientes locales como la yuca, el cacao y el chicle, son testimonio de una cocina rica y variada.

La colorida isla de Flores

La historia de Flores se remonta a la antigua ciudad maya de Tayasal, también conocida como Nojpetén. Tayasal, fue una de las últimas ciudades mayas en caer ante los conquistadores españoles en 1697. Después de la conquista, los españoles reconstruyeron la ciudad y la nombraron Flores en honor a Cirilo Flores, un destacado líder de la región.

Isla de Flores, cabecera del departamento de Petén. / WP – Juan Francisco

Durante siglos, la isla de Flores permaneció relativamente aislada, lo que permitió que su arquitectura colonial y su atmósfera única se conservaran. En las últimas décadas, la construcción de puentes y carreteras ha facilitado el acceso, transformando a Flores en un vibrante centro turístico y cultural.

La vibrante isla de Flores (cabecera departamental de Petén), es conocida por su mezcla de culturas mayas y mestizas, reflejada en su arquitectura, festividades y gastronomía. Las estrechas calles adoquinadas y las casas pintadas de colores brillantes crean un ambiente acogedor y encantador. La vida en la isla es tranquila y relajada, con un ritmo pausado que invita a los visitantes a disfrutar de su belleza natural y su patrimonio histórico.

Gastronomía petenera

La gastronomía en Flores es una deliciosa combinación de sabores locales. Platos como el “subanik”, un guiso tradicional maya, y el “pescado blanco” del lago Petén Itzá, son imprescindibles para los amantes de la buena comida. Además, los mercados locales y los pequeños restaurantes ofrecen una variedad de opciones que destacan los ingredientes frescos y locales.

En tu próximo viaje por Guatemala, no dejes de visitar Petén, un destino que sin duda alguna, enamorará cada uno de tus sentidos, mientras escuchas el llamado de los monos que corren sobre las copas de los árboles protectores del enigmático mundo maya.

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