Platillos y sabores de Semana Santa

La Semana Santa en Centroamérica no solo se vive en procesiones, alfombras de aserrín y actos de fe. También se saborea… ¡y de qué manera!
Este tiempo litúrgico, que conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, es también una mezcla de sabores tradicionales que hablan de religiosidad, ayuno, mestizaje cultural y, sobre todo, memoria colectiva. En esta región de Latinoamérica, la cocina de Semana Santa no es solo alimento: es historia viva.
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Un ayuno lleno de sabor
Desde la época colonial, la Iglesia Católica estableció el ayuno como práctica común durante la Cuaresma y, especialmente, durante la Semana Santa. Esto significaba la abstinencia de carne roja los viernes y el aumento de las preparaciones a base de vegetales, pescado, mariscos, granos y frutas. Pero en lugar de limitar la creatividad gastronómica, esta “prohibición” se convirtió en el punto de partida para una cocina profundamente espiritual, simbólica y, por qué no decirlo, festiva.
En Guatemala, como en muchos países centroamericanos, estas restricciones derivaron en recetas que son una auténtica joya del mestizaje cultural: herencia indígena, influencia española, tradiciones árabes e incluso africanas conviven en cada platillo.
Guatemala: la cocina como devoción
El bacalao a la vizcaína
Uno de los platillos más emblemáticos de la Semana Santa guatemalteca es el bacalao a la vizcaína, preparado con bacalao salado (importado originalmente desde Europa), tomates, papas, aceitunas, alcaparras y chiles pimientos. Su origen es vasco, pero en Guatemala se adaptó con ingredientes locales, y se convirtió en símbolo de status y devoción, reservado para los días santos más importantes.

En muchas casas, su preparación inicia desde el Jueves Santo, y se sirve el Viernes Santo como plato principal. Aunque su sabor es fuerte y salado, su presencia en la mesa simboliza respeto al ayuno y fidelidad a la tradición.
Los curtidos y encurtidos
Durante la Semana Santa, la comida no solo busca sabor, sino también duración. Por eso, el encurtido de verduras (zanahoria, coliflor, güisquil, ejote, cebolla) con vinagre y especias es protagonista en muchas mesas. Se sirve frío y acompaña tanto platos fuertes como panes y tortas.
Mole de plátano
Este no es el mole mexicano. En Guatemala, el mole es un postre espeso preparado con plátanos maduros fritos, bañados en una salsa de chocolate, canela, ajonjolí y pan tostado. Es una combinación agridulce, de profunda raíz mestiza, que se consume especialmente el Viernes Santo.

Torrejas y molletes
Los postres cobran protagonismo durante esta época. Las torrejas, rebanadas de pan remojadas en huevo y fritas, se bañan en miel de panela con especias. Los molletes, por su parte, son bollos dulces rellenos de manjar de leche, sumergidos también en miel especiada. Ambos evocan la herencia española, pero con el toque chapín inconfundible.
Empanadas de manjar
Las empanadas de Semana Santa están hechas con una masa quebradiza que se deshace en la boca, rellena de manjar blanco (una mezcla espesa de leche, azúcar, canela y maicena). Se hornean y se espolvorean con azúcar glass, y se venden en mercados y procesiones.
Centroamérica: tradiciones hermanas, sabores únicos
Aunque cada país centroamericano tiene sus propias variantes, muchas tradiciones gastronómicas se repiten, adaptadas al clima, ingredientes y culturas locales.

El Salvador
En El Salvador, también se prepara el bacalao a la vizcaína, aunque con toques diferentes, como añadir huevo duro o usar chiles jalapeños. Además, destacan los nuégados, bolitas fritas hechas con yuca o harina, acompañadas con miel de panela, y los tamalitos pisques (rellenos de frijol), muy populares en días de vigilia.
Los pescados secos, rebozados y fritos, son comunes en zonas rurales, especialmente el Viernes Santo. Y no faltan las tortas de pescado envueltas en huevo, servidas con salsa de tomate y papas.
Honduras
En Honduras, además del bacalao, son típicos los platos a base de tilapia, camarones o pescado seco, preparados con guarniciones de arroz, ensalada y tajadas de plátano verde.
Uno de los postres más esperados es el arroz con leche perfumado con canela y clavo, y las rosquillas en miel, una delicia elaborada con maíz, queso y dulce de rapadura.
Nicaragua
La Semana Santa nicaragüense es rica en pescados y mariscos. El indio viejo (un guiso espeso con maíz, achiote, carne vegetal o mariscos) y la sopa de queso (con bolitas de cuajada frita, tortillas y chile) son platos infaltables. También se consume el gaspar, un pez de río de carne firme, preparado asado o en sopa.
El almíbar, postre tradicional, combina frutas tropicales (papaya verde, jocote, mango, plátano maduro) cocidas en dulce de panela con canela y clavo. Es un manjar que simboliza la dulzura del perdón.

Cultura, fe y gastronomía: una mesa sagrada
Lo que une a todas estas tradiciones no es solo la fe religiosa, sino la forma en que la comida se convierte en un acto cultural, social y espiritual. En la mayoría de comunidades, la preparación de estos platillos es colectiva: abuelas, madres, hijas y vecinos participan en largas jornadas de cocina, donde el alimento es excusa para compartir historias, silencios y emociones.
Además, la venta de comida en procesiones, mercados y atrios de iglesia es un motor económico temporal para muchas familias. En Antigua Guatemala, por ejemplo, la venta de empanadas, tamales y refrescos tradicionales en Semana Santa es parte esencial del paisaje urbano y cultural.
Simbolismos y mensajes
La cocina de Semana Santa está llena de simbolismos. El uso de ingredientes como la miel (símbolo de pureza), el pescado (símbolo cristiano desde tiempos romanos), y el pan (representación del cuerpo de Cristo), convierte cada plato en una especie de liturgia gastronómica.
Incluso la preparación colectiva recuerda el valor del sacrificio, la solidaridad y el compartir con el prójimo. Se cocina más de lo necesario para “dar a los que no tienen”, una práctica que aún pervive en muchos barrios tradicionales.
Fuentes:
Aguilar, M. (2009). Sabores de la tradición: Cocina guatemalteca de Cuaresma y Semana Santa. Editorial Piedra Santa.
Instituto de Antropología e Historia de Guatemala (IDAEH). (2017). Gastronomía tradicional guatemalteca en Semana Santa.
López, R. (2015). Gastronomía religiosa en Centroamérica: Origen y simbolismo. Universidad Centroamericana (UCA).
Revista Cultura de Guatemala. (2018). Edición especial de Semana Santa: Fe y cocina tradicional.
Recopilación de recetas tradicionales del Ministerio de Cultura y Deportes de El Salvador. (2020).
Entrevistas orales con portadoras de tradición en La Antigua Guatemala y Jalapa, realizadas entre 2018 y 2023.