¿Quién fue el padre de Tutankamón?
Tutankamón, el rey niño, es uno de los faraones egipcios más conocidos en el mundo de hoy, debido al descubrimiento casi intacto de su tumba llena de objetos, que permitieron reconstruir con gran exactitud su vida. Salvo un dato que siempre ha generado dudas: la identidad de su padre. Nuevos indicios apuntan a que era Amenhotep III y no Akenatón, como se creía hasta ahora.
Hace década y media atrás, el prestigioso arqueólogo egipcio Zahi Hawas anunció que los análisis de ADN realizados a la momia de Tutankamón eran concluyentes y demostraban que su padre fue Akenatón, su abuela la reina Tiye esposa de Amenhotep III, y la madre no fue Nefertiti, tal y como siempre se había especulado. Porque el origen del conocido como “rey niño”, cuyo mandato se prolongó entre 1361 y 1352 a.C, ha sido uno de los misterios sin resolver de la historia del Egipto antiguo, debido a la falta de pruebas sobre sus progenitores.
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Pero ahora, un nuevo descubrimiento pone en duda lo afirmado por Hawas y rebate esa teoría con otra, que parte de la existencia de una corregencia entre Amenhotep III y su hijo, Amenhotep IV (Akenatón), algo que también ha sido fuente de debates desde hace décadas.
La tesis española sobre el padre de Tutankamón
Un equipo del Instituto de Estudios del Antiguo Egipto de Madrid, dirigido por Francisco Martín Valentín, excava desde 2009 la tumba del visir (gobernador) Amen-Hotep Huy, en Asasif (Luxor occidental), quien fue un personaje muy importante durante algunos de los años del reinado de Amenhotep III.
En la capilla de la tumba del visir se han encontrado cuatro columnas, dos de las cuales muestran como rey a Amenhotep III y otras dos a Akenatón, y datadas ambas en el mismo periodo.
Padre e hijo gobernaron en el mismo periodo
Este descubrimiento es la prueba definitiva de que padre e hijo reinaron al mismo tiempo, según Martín Valentín, que asegura que la interpretación de esas columnas permite asegurar que la corregencia duró al menos diez años, aunque el arqueólogo está convencido de que ese periodo se extendió dos o tres más.
Las inscripciones de las columnas señalan que Akenatón comenzó a reinar junto a su padre a partir del año 28 del reinado de Amenhotep III, lo que permite asegurar, de forma “incuestionable”, según Martín, que la corregencia duró al menos diez años.
De esta forma, lo que hasta ahora se consideraban dos periodos de diez años de dos reinados diferentes, son una única década en la que padre e hijo compartieron las tareas del poder y se apoyaron en un momento muy importante de la historia egipcia, en el que la capital se trasladó de Tebas a Tell-el-Amarna, donde se edificó Aketatón.
Además, se pasó de la tradicional religión politeísta a la adoración a un solo dios, Amón (el nombre de Akenatón significa ‘Amón está satisfecho’).
Unos cambios que hasta ahora se creía impulsados únicamente por Akenatón, con el apoyo de su esposa, Nefertiti. Pero que con los nuevos descubrimientos implican también a su padre, Amenhotep III.
¿Abuelo o padre de Tutankamón?
Pero además de los cambios en la interpretación histórica y política de ese decenio, esta corregencia supone un cambio fundamental en lo que se conoce de uno de los faraones más populares, Tutankamón.
El descubrimiento en 1922 de la tumba casi intacta de Tutankamón y toda la información que ese hallazgo aportó hicieron de este el rey de reyes a nivel público, pese a que a su reinado no fue uno de los más destacados y a que solo duro nueve años entre 1361 y 1352 a.C.
Pero hubo un dato sobre el que siempre hubo sombras y era el origen de Tutankamón, ¿quién había sido su padre?
Tras muchas hipótesis, se creyó zanjado el asunto, cuando el todopoderoso Zahi Hawas, el que fuera ministro de Antigüedades de Egipto, anunció que Tutankamón era hijo de Akenatón, pero no se pudo determinar quién era la madre, que tenía que ser, según análisis de ADN, hija de Amenhotep III.
Sin embargo, la existencia de la corregencia permite cambiar parcialmente esa teoría al reinterpretar los datos desde otro prisma.
Si existió esa corregencia, supone que el reinado de Akenatón se adelanta diez años en el tiempo y, por tanto, no habría podido ser el padre de Tutankamón. Por edad debería ser su hermano, es decir, hijo de Amenhotep III.
Lo que el descubrimiento del equipo de Martín (validado oficialmente por el Ministerio egipcio de Antigüedades) no ha permitido establecer es la identidad de la madre de Tutankamón, aunque aún queda mucho por excavar en la tumba del visir.
Todo lo descubierto se ha hallado en la capilla de la tumba del visir. Luego en esos años se empezó excavar en el patio y el objetivo final era encontrar la cámara funeraria.
Este trabajo que podría prolongarse muchos años en función de la financiación que se consiga y que, por el momento, solo ha ido permitiendo desarrollar campañas de tres meses.
Proceso de excavación de la tumba de Tutankamón
Desde 2009 se ha despejado un área de poco más de mil metros cuadrados de superficie y entre 5 y 6 metros de altura, en la se han hallado restos de 30 columnas, además de 7.000 fragmentos de relieves. Una ardua tarea de excavación, limpieza y clasificación que no se ha interrumpido en ningún momento por la situación política en Egipto y que ha permitido encontrar esa “prueba definitiva” sobre la corregencia de Amenhotep III y Akenatón y, además, de la paternidad de Tutankamon, según Martín.
Un hallazgo además que, en opinión del arqueólogo español, ha estado guiado en cierta forma por Howard Carter, el descubridor de la tumba de Tutankamón, ya que el hallazgo de las dos columnas en que se basan esta nueva teoría se produjo el 4 de noviembre de 2013.
La misma fecha, 91 años antes, en que Carter encontró el primer escalón que le conduciría a la tumba del rey niño.
“Creo que Howard Carter me ha prestado las alas para realizar este descubrimiento”, asegura Martín, que considera este hallazgo como el más importante de una carrera de más de 50 años dedicados a la exploración del antiguo Egipcio.