Abronia Campbelli: El lagarto que no quiere desaparecer

Considerado extinto, este pequeño lagarto subsiste en las tierras del oriente de Guatemala y su conservación es un reto para todos.


Grandes tesoros naturales se han guardado en secreto en las selvas, bosques y desiertos de nuestro país.Con el paso del tiempo la naturaleza los revela y nos pide que los cuidemos y conservemos como un regalo único que le ha dado exclusivamente a nuestra tierra, este es el caso de un pequeño lagarto, conocido en la zona oriental como el dragoncito.

Se trata de un tipo de Abroniaeste es un género de lagartos que pertenecen a la familia Anguidae. Son lagartos propios de América Central y el sur de México. Son casi exclusivamente arborícolas y pueden encontrarse tan arriba como hasta 40 metros de altura en los árboles.

En el caso de la Abronia Campbellieste es una especie de lagarto específico de la zona Potrero Carrillo, un valle de aproximadamente 8 kilómetros cuadrados en el departamento de Jalapa, donde esta especie habita en bromelias y tilansias de los viejos árboles de encino. Se alimenta en un 80% de insectos, aunque está documentado que las hembras en período de gestación buscan aumentar el consumo de proteína y es cuando comen otros animalitos, incluso lagartijas de su misma especie.

Estos reptiles se reproducen sexualmente en invierno (entre octubre y noviembre) siendo el período de gestación de una hembra de aproximadamente 9 meses. Pueden llegar a tener de 19 a 20 crías en un parto.

Para identificar a este reptil resaltan ciertas características como el dorso gris o pardo con tonos verde amarillentos, escamas dorsales con la parte delantera oscura, un máximo de ocho espinas a cada lado de la cabeza que parecieran cuernos, lo que le hace parecerse a un dragón. Pueden llegar a medir hasta 30 centímetros y su tiempo de vida es de 15 a 20 años. Otras de sus características es que son animales exotérmicos, es decir controlan la temperatura de su cuerpo.

Tras 20 años de búsqueda por parte de científicos sin obtener resultados, consideraron a este pequeño lagarto ya extinto. Sin embargo, en el 2009 fue descubierto por el biólogo Antonio Urbina, quien en su primera búsqueda encontró a cuatro ejemplares de la especie.

Diversos estudios han demostrado que únicamente subsiste menos del 2 % de su hábitat natural, este alarmante dato convierte a este dragoncito en una especie altamente en peligro de extinción, por lo que se ha vuelto importante tomar acciones para su conservación.

Actualmente existe un promedio de 420 lagartos de esta especie. El cambio climático, la tala inmoderada de árboles y el comercio ilegal de especies son factores que ponen en riesgo su conservación. Algunas reservas naturales cercanas al lugar como Cerro Alto están protegiendo el hábitat de esta animal, han donado incluso parte de su finca con el fin de conservarle. Debemos evitar que se destruya su hábitat y que puedan ser comercializadas ilegalmente como mascotas.

Todos podemos colaborar para conservar a este dragoncito, un patrimonio de los guatemaltecos.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Close